17 de Abril del 2016 | Iván Bernal
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Hoy en día encontramos muchas definiciones del amor. Encontramos algunos contrastes entre los conceptos del mundo y el concepto Bíblico del amor.
1. Amor centrado en sí mismos vs amor centrado fuera de uno mismo. (Ef 5:29)
El ser humano se ama a sí mismo (2 Ti 3:1). Esto nos habla del narcisismo, que viene de Narciso, un hombre vanidoso que se enamoró de sí mismo. En 1 Juan 4:7-8 Juan hace una declaración del carácter de Dios, que él es amor. Es parte implícita de su naturaleza.
Implicaciones del amor centrado en uno mismo.
– Es dependiente de sus emociones.
– Está condicionado en el buen trato y las expectativas de otros (Mat 5:33, 44).
– El ser humano está convencido que merece ser amado.
Implicaciones del amor centrado en Dios.
El amor existe porque Dios existe, es infinito como Dios es infinito. ¿Cómo ama Dios? Dios siempre ha amado. Aborrece al pecado y al pecador sin embargo hay un amor especial hacia los hijos de Dios (1 Jn 3:1; Prv 11:20).
El amor también se muestra al reconocer que él dirige nuestras circunstancia (Rom 8:28). El amor sólo puede provenir de Dios.
2. Amor que termina en destrucción vs amor que termina en salvación (2 Ti 3:1).
Narciso se contempló tanto que murió viendo su belleza. Las personas que se aman tanto a sí mismos no consideran a otros. La palabra de Dios nos ayuda a tener un discernimiento correcto. No pensar más allá acerca de nosotros.
El amor de Dios para nosotros.
– La misericordia de Dios al detener su juicio por nuestro pecado es para que nos volvamos a él en arrepentimiento y fe. (1 Jn 4:9) El amor de Dios se muestra en sacrificio.
– Dios toma la iniciativa (1 Jn 4:10).
– El amor de Dios nos santifica. Cuando vamos a Dios somos perdonados.
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