28 de Diciembre del 2014 | Ernesto Mendoza
No todo el que se llama cristiano es en verdad un cristiano. Hay incrédulos que hacen falsas profesiones de fe en Cristo y personas que no son verdaderamente cristianas pueden engañarse creyendo que lo son.
El encuentro con Nicodemo en Juan 3 es un ejemplo de esto. Es el primero encuentro del evangelismo personal de Jesús. Este hombre, que se consideraría un enemigo de Jesús se acercó a él con una palabra entusiasta, reconociendo a Jesús como un maestro. Podríamos haber esperado que Jesús le diera una cálida bienvenida a Nicodemo y que interpretara su respuesta como una profesión de fe, pero no fue así. Lejos de animar a Nicodemo, Jesús le trató como un incrédulo, porque conocía su corazón
1. La futilidad de la religión.
Los fariseos eran religiosos al extremo, hiperlegalistas. Tomaban las reglas y las llevaban al extremo. Los fariseos fueron al extremo poniendo reglas. Los fariseos estaban tan enamorados de su religión que cuando llegó Jesús ofreciendo gracia y salvación, no le recibieron (Jn 1:12).
Nicodemo responde con una pregunta. A veces su respuesta es malentendida. Lo que él dice es «yo no puedo empezarlo todo de nuevo. Es demasiado tarde. He ido demasiado lejos en mi sistema religioso para empezar de nuevo. Para mi no hay esperanza si tengo que volver al principio».
Jesús insiste y hace una aclaración V. 5 El agua de la que Jesús está hablando aquí es meramente simbólica. Esta era una referencia clara a Exequiel 36:25-27. «No puedes ver… No puedes entrar». Nicodemo, ni tu ni toda tu religión puede hacer lo que sólo Dios puede hacer. Esto es ser nacido del Espíritu (v. 6). v. 8 Conclusión (v. 9-10)
2. La necesidad de regeneración.
Jesús no enmascaró la verdad, ni trató de hacerla más apetecible. Nicodemo esaba alimentando un pecado del que nisiquiera era consciente. El pecado de la incredulidad. (v. 11-12). Cuando Nicodemo dijo «no entiendo», lo que en realidad estaba diciendo es «no creo».
Así es la naturaleza del hombre natural. La incredulidad no comprende nada de la vida espiritual.
¡Qué golpe para el sentido de justicia que tenía este hombre!
– Nicodemo había venido con una confesión de fe
– Pero Jesús le dijo: No, no lo sabes. No conoces los fundamentos de la salvación, ¿si no entiendes las cosas terrenales cómo quieres que te explique las celestiales?
v. 13. Como muchas personas religiosas, Nicodemo no quería aconfesar que era un pecador impotente. Jesús sabía la verdad. Nicodemo pensaba que era un gran líder espiritual, y Jesús lo redujo a nada.
3. La realidad de la redención.
Cuando Nicodemo dejó de responder, Jesús le explicó amablemente el evangelio. En el versículo 14, para hablar del camino a la salvación Jesús escogió usar una ilustración del Antiguo Testamento (Números 21). Nicodemo conocía de la serpiente de bronce.
Jesús utilizó esta historia para enseñarle a Nicodemo la necesidad de arrepentimiento. Era un desafío para el fariseísmo arrogante de Nicodemo. Él seguramente se identificaba con Moisés en la historia, pero Jesús quería que se identificara con los israelitas rebeldes y desafiantes a Dios. El pueblo de Israel se volvió a Dios desesperados y con verdadero arrepentimiento. Jesús demandaba que Nicodemo hiciera lo mismo
La serpiente de bronce representa la muerte de Cristo como precio de la Salvación.
Juan 19:39
CONCLUSIÓN
Así introdujo nuestro Señor Jesús su evangelio. Los que no creen en su nombre son condenados, excluidos de la vida eterna. No importa lo sinceros o religiosos que sean, ni lo ocupados que estén haciendo cosas para Dios. Todos debemos nacer de nuevo. Dios quiere que las personas se identifique con los pecadores y moribundos israelitas y se vuelvan de sus pecados para obedecer a aquel que fue levantado en una cruz. Para que todo aquel que no cree, no se pierda mas tenga vida eterna.
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