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El propósito del evangelio

Al estudiar los primeros versículos veíamos que hemos sido llamados para la obediencia de la fe en todas las naciones. Ahora vemos que la iglesia en Roma estaba obedeciendo su llamado de llevar la buena noticia de Cristo. Dios espera obediencia. Quisiéramos hablar del propósito del evangelio. Sabemos que el propósito principal del evangelio aún antes de la salvación es la gloria de Dios. Pero cuando hemos conocido el evangelio Dios también espera resultados.

Es interesante las similitudes entre la relación de Pablo con la iglesia en Roma, y la situación que estamos pasando en la iglesia. Hoy en día no nos podemos congregar, pero tenemos ese anhelo por vernos y disfrutar la comunión en Cristo. Al igual, Pablo no podría estar con los hermanos (Ro 1:13, 9). No nos podemos reunir, pero podemos estar constantes en oración ¿Qué les dices a estos hermanos para animarlos a permanecer en la fe? (v. 15) ¡El evangelio! El evangelio era central en la vida y ministerio de Pablo y debe ser central para nosotros. ¿Por qué el evangelio? ¿cuál es su propósito?

1. Confirmar (Ro 1:11).

Pablo desea compartir algún don espiritual con la iglesia. La palabra aquí es Carisma, que viene de caris (Gracia). ¿Cuál era este don que él deseaba compartir? (Ro 1:15) El evangelio es un medio de gracia.

La palabra que se utiliza aquí nos da la idea de fijar, afirmar algo en el sentido de dejar firme. Pablo quería que los hermanos se fijaran en la verdad del evangelio de Cristo. Nuestro trabajo en los discipulados es confirmar a la persona en la decisión que ha tomado, y continuar enseñándole del evangelio.

Debemos afirmar las cosas importantes en nuestra vida Stg 5:8, Ap 3:2; pero recordando que esto es una obra de Dios por medio del evangelio (1 Tes 3:13; 2 Tes 3:3).

2. Confortar (v. 12).

La palabra confortar se refiere a Animar y consolar (Ro 15:4-5). Pensemos en las similitudes de la situación de Pablo con los hermanos en aroma y nuestra situación con la iglesia, después de tanto tiempo de no vernos ni reunirnos, deseamos nuevamente estar juntos para animarnos, consolarnos, confortarnos. Me gusta como lo dice la LBLA “es decir, para que cuando esté entre vosotros nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la vuestra como la mía”. (1 Cor 16:17-18; Fil 1:7)

¿Qué es lo que decimos a un hermano que está pasando por una prueba difícil? Lo que ese hermano necesita es el evangelio. Pablo está predicando el evangelio a los hermanos. Lo mismo hace en 1 Cor 15:1-2. Su muerte y victoria nos da esperanza eterna. Qué más nos puede confortar y animar que recordar la gracia y el amor que Dios ha derramado por los pecadores a través de Cristo en la cruz.

3. Cosechar (Ro 1:13).

Dios quiere que llevemos fruto. No sólo nos llama al conocimiento sino también a la acción. Muchas veces esta palabra se refiere a dar para la obra de Dios, así cómo algunos hermanos han estado dando para las necesidades en nuestra iglesia, es de alguna manera un fruto del evangelio. Pero en el contexto de Romanos (Rom 6:22). El fruto del evangelio es ser más como Cristo.

¿Hay fruto en nuestra vida? ¿Estamos creciendo más a la imagen de Cristo? La Biblia siempre anima al creyente a llevar fruto (Mt 3:8, Gal 5:22; Fil 1:11; Col 1:10 Hermanos, el evangelio es central en el plan de Dios, el evangelio es central en la Biblia y debe ser central en nuestras vidas día a día.

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