En medio de las batallas nuestra visión comienza a nublarse y nos confundimos. Dejamos de ver el propósito que Dios tuvo desde la eternidad para traer esta iglesia
¿Qué es la iglesia?
Primero debemos responder que “no es” la iglesia. La iglesia no es un lugar específico, un templo, las instalaciones. La iglesia tampoco es una organización humana, o un club de amigos con intereses en común. La iglesia no está compuesta ni determinada por un acta constitutiva. La iglesia tampoco es un grupo que se reúne un día a la semana para acallar la conciencia religiosa.
Lamentablemente hoy en día hemos reducido la iglesia desde un enfoque antropocéntrico a simplemente actividades religiosas. Lamentablemente hoy en día hay personas que se reúnen con intereses en comunes para satisfacer las necesidades humanas.
La iglesia es un grupo de personas que Dios escogió, llamándoles hijos suyos, los compro a precio de su sangre y el espíritu los regenera para alabanza de la gloria del Padre. La iglesia tiene un propósito, y no es hacer sentir bien al hombre, sino para la Alabanza de la gloria de Dios
Ef 1:3 Los designios de Dios referente a la iglesia son desde la eternidad. Él había diseñado la iglesia como la esposa de Cristo a la cual escogió desde antes de la fundación del mundo.
Desde el inicio, Dios establece al hombre como virrey, pero el hombre peca y le pone en condenación, sin embargo, les de la promesa de un Salvador (Gn 3:15). Fue así que levantó a Abraham y le da la promesa de alguien que traería bendición a las naciones. Fue a través de este pueblo que vino el rey David, sin embargo, sus descendientes, los reyes de Israel, fueron en decadencia hasta que volvieron a la esclavitud. De ahí hubo 430 años de silencio hasta que vino Cristo a establecer el reino prometido, pero su reino es un rey opuesto a los reinos conocidos.
Es entonces que todos aquellos que son unidos a Cristo vienen a se parte de su cuerpo. La iglesia ahora, es ese pueblo que viene a reestablecer el plan original de Dios. Dios busca tener una descendencia que ahora adore al padre en una vida dependiente día a día para la gloria del padre
Porque la iglesia ha sido creada por Dios, debemos cumplir el propósito de glorificar su nombre.
1:5-6, 2:7, 3:10 Si usted es parte de la iglesia es porque Dios le ha escogido, Cristo le ha redimido y el espíritu le ha transformado, y todo esto para alabanza de la gloria de su gracia (Is 43:7).
Nuestro propósito es la gloria de Dios, quizá esto sea un concepto muy trillado, pero ¿qué es la gloria de Dios? La gloria de Dios es la suma de sus atributos. Dios quiere usar la iglesia para mostrar sus atributos. Hay cosas en este mundo que manifiestan la gloria de Dios, por ejemplo, a través de la creación (Sal 19:1), pero hay cosas que los cielos y la tierra no pueden reflejar de la gloria de Dios. ¿Cuáles son los atributos que la iglesia puede revelar y que la creación no puede revelar? (Ef 3:10) Dios escogió a la iglesia para mostrar la gloria del eterno Dios a las huestes espirituales y no solamente en este mundo.
La razón de nuestra redención es la gloria de nuestro redentor. Es mostrar al mundo el amor de Cristo en esa cruz. Que nosotros cada día pensáramos que la trinidad está obrando a favor de nosotros cada día (Ef 1:15-20). El poder que levantó a Cristo es el poder que ha obrado en nosotros para amar, para perdonar y para glorificar su nombre. Por eso ni las puertas del mismo Hades puede permanecer contra la iglesia, porque lo que está obrando en la iglesia es el poder del Espíritu Santo.
¿Cuál es el instrumento que Dios usa para cumplir este propósito? (Ef 4:11) Los líderes de la iglesia, son ellos los que predican la Palabra y que nos exhortan para ser semejantes a Cristo (Ef 4:12-16).
En la iglesia de Efeso había tantas diferencias que Pablo les llama a la unidad para que la gloria de Dios sea dada a conocer.