La semana pasada vimos la mano providente de Dios proveyendo una esposa para Isaac. Hasta aquí parece que todo va bien, pero vamos a ver qué Dios prueba la fe a través de circunstancias. Vemos que la mujer de Isaac, al igual que Sara, también era estéril. Es el mismo obstáculo ante la descendencia y el Olán redentor de Dios.
Dios aceptó la oración de Isaac y Rebeca concibió. Dios está obrando de manera milagrosa, y vemos nuevamente un nacimiento milagroso. (Gen 25:22) Rebeca ve esta circunstancia como una adversidad y se turba. En ese momento consulta al Señor, buscando la palabra del Señor y lo que él tiene que decir.
Gen 25:23 El Señor responde con una palabra contundente y clara. La lucha en el vientre de Rebeca señalaba a dos niños que formaría dos naciones, pero el mayor serviría al menor. Esto va en contra de toda expectativa humana. El primogénito siempre tenía la prominencia, Dios lo estableció más adelante como una ley.
Dios había determinado que el mayor serviría al menor, que el menor tendría los derechos de primogenitura. ¿Cómo van a responder ellos ante lo que Dios acaba de decir?
Esta sustitución del mayor por parte del menor ya concordaba con los tratos anteriores de Dios. De los hijos de Abraham Dios escoge a Isaac y no a Ismael. Lo que comenzamos a ver es que el pacto de gracia obra contra la elección natural y razonamiento humano. ¿Actuó Dios de manera injusta por escoger a Jacob como el heredero de la promesa y rechaza a su hermano Esaú? Gen 25:25-26
Romanos 9 Pablo está explicando que no son los descendientes de Abraham son los hijos, sino los que son hijos según la promesa (Ro 9:9-12). Entonces vemos que Dios escogió a Jacob porque él está obrando con su gracia soberana para traer las promesas de salvación. La salvación no depende de las obras del ser humano (no habían hecho ni bien ni mal). Dios escogió a Jacob por su soberanía, y su propósito conforme a su elección.
Romanos 9:13 Este es uno de los pasajes más complicados de la escritura. Hay mucho misterio en este pasaje, querer entender la mente de Dios es inescrutable. Lo que tenemos que hacer es creer lo que Dios dice y no intentar encasillar a Dios en nuestro razonamiento o percepción de lo que es justo o no, es Dios quien establece lo que es justo.
Romanos 9:14 Si nos decimos que no es justo que Dios escoja a Jacob y rechace a Esaú, porque en nuestra mente pensamos que todo tiene que ser equitativo. (Ro 9:15) La respuesta del apóstol Pablo se centra en la misericordia de Dios. La paga del pecado es la muerte, y la ira de Dios está contra todo ser humano. Eso es lo justo. No se trata de equilibrar las cosas buenas a nuestro favor, sino que todos merecemos la ira de Dios. Lo que Pablo enfatiza es la misericordia de Dios (Ro 9:16). No depende de lo que el ser humano puede hacer; no quiere decir que los hombres no hagan cosas buenas, pero para la justificación, lo único en lo que dependemos es en la misericordia de Dios.
Romanos 9:17-18 Dios tiene misericordia del que quiere tener misericordia. Pero más que pensar en que Dios es injusto, la pregunta debería ser ¿por qué quiso tener misericordia de nosotros? Entonces debemos regocijarnos en la misericordia que nos alcanzó.
Ahora, yo no sé de quién Dios va a tener misericordia, Dios me llama a predicar el evangelio a todo el mundo. El evangelio es el medio por el que Dios va a mostrar misericordia.
Mateo 20:13-14 Vemos la perspectiva de Cristo en la parábola de los obreros de la viña. Los hombres murmuraron contra su señor por cierta injusticia en su pago, ellos se sentían agraviados. Pero el señor de la viña les recuerda que él tiene derecho de hacer lo que quiere con lo que es suyo (Mat 20:15-16).
Spurgeon preguntaba ¿acaso no vivimos todo el tiempo bajo la soberanía de Dios? Las virtudes, talentos y habilidades son dones dados por Dios de manera soberana. Lo que yo tengo es por la misericordia de Dios porque no merezco nada. Todos nosotros estamos bajo condenación, y si yo vine a la fe es por la gracia de Dios. La elección es una garantía por parte de Dios. Dios me muestra que, desde la eternidad, Dios ya me había elegido y yo vine a la fe por la obra de Dios, y esto es una garantía porque él va a completar su obra en nosotros.
¿Cómo va actuar Isaac para su hijo menor? ¿Cómo van a actuar Jacob y Esaú ante la promesa que Dios había hecho? Génesis 25:25-28 Isaac amó a Esaú, y su corazón se inclina por él, y, por el contrario, Rebeca amaba a Jacob. El corazón de Isaac se inclina por Esaú, quien no era el que Dios había elegido. Ahora la prueba viene para Isaac, al igual que Abraham había sido probado a sacrificar a aquel al que amaba.
En la narrativa vemos que tanto Jacob como Esaú van a pecar. Jacob se aprovecha de la debilidad de Esaú (Gen 25:29-31). Esaú por su parte, menosprecia la primogenitura (Gen 25:32-33) El menosprecia el derecho de la herencia. El carácter de Esaú muestra que él no era el hijo de la promesa, no valoraba la palabra de Dios (He 12:16-17). La pregunta ahora es ver si Dios va a ratificar este arreglo. Y nos muestra nuevamente cómo es que nosotros queremos ayudarle a Dios y somos impacientes para heredar las promesas de Dios.
Aunque Isaac es heredero de la promesa de Dios, aún es inconstante. Y viene la prueba del hambre (Gen 26:1). La escritura nos muestra la fe inconstante de los hombres que Dios ha llamado. Isaac confía en la promesa de Dios, pero su fe se tambalea y echa mano de la mentira al igual que su padre. Isaac está siendo transformado por el Señor, porque a los que Dios elige él transforma.
Génesis 26:12, 28 vemos que Dios está con Isaac. Por otro lado, el pecado de Esaú trae aflicción a su familia, no toma en serio el asunto de la descendencia y menosprecia el pacto con el Señor. La elección de una esposa es un reflejo de la obediencia a los preceptos de Dios, es una decisión importante. 2 Corintios 6:14 En esto no hay controversia, la Palabra de Dios es clara, no debemos unirnos en yugo desigual por los incrédulos.
Jacob sabía claramente cuál era la voluntad de Dios. En Génesis 27, aunque ya Isaac era viejo, él sigue determinado en ir en contra de la Palabra de Dios. Ahora también Rebeca, parece que no se había puesto de acuerdo con su esposo para hacer la voluntad de Dios. Rebeca busca a través del engaño que la bendición caiga sobre su hijo favorito. Tenemos que aprender que cuando Dios promete algo, él lo va a cumplir, pero en su tiempo.
En este relato, todos están fallando a la Palabra de Dios. Lo cierto es que Dios tiene misericordia, da oportunidad para el arrepentimiento y obra aún en contra toda circunstancia humana. Génesis 27:33 La bendición recae sobre Jacob como Dios lo había determinado, a pesar de la rebeldía de Isaac. Isaac estaba ciego físicamente, pero también estaba ciego a la voluntad de Dios. Él ve el dedo de Dios, y a pesar de todos los implicados, Dios llevó a cabo sus propósitos e Isaac reconoció este hecho. En Hebreos se nos dice que por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú con respecto a las cosas venideras.
Dios va a usar cada circunstancia para conformarnos al carácter de su hijo Jesucristo. Dios nos eligió desde la eternidad, nos salvó y nos está transformando.