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La guerra detrás de la guerra



Hay una regla importante en la vida cristiana: «Cuanto más deseamos vivir para Dios y ser usados por Dios, mayor debe ser nuestra disposición a sufrir por El». No existe ningún sendero fácil en la vida cristiana. Toda nuestra vida está envuelta en una guerra espiritual.

Mientras más cercanos estemos a la línea de frente de la vida cristiana, más cerca nos encontraremos del fuego cruzado entre Dios y Satanás. Mientras más nos comprometemos por el Señor, mientras más estemos dispuestos para el Señor, más vamos a atraer el fuego del diablo.

Todos nos encontramos viviendo en medio de una guerra espiritual. Esta guerra es una guerra invisible que envuelve un conflicto no invisible entre Dios y Satanás, entre el cielo y el infierno, entre el bien y el mal.

Mientras más nos comprometamos por el señor Jesucristo y mientras más fielmente vivamos la Palabra de Dios, más vamos a atraer el fuego de los enemigos.

1. El candidato improbable

Vamos a ver la vida de Job, que se nos presenta como un ejemplo de piedad. Lo cual nos lleva a decir que es el candidato menos probable para sufrir un desastre.

A. Sus características

PERFECTO. No porque no tuviera pecado sino que era irreprensible en su carácter y en su conducta. Nadie podría hacer una acusación real sobre la vida de este hombre. Era íntegro

RECTO. Él no se desviaba del estándar santo del Señor. No se relacionaba con el mundo, él era como una flecha derecha moralmente hablando.

TEMEROSO DE DIOS. Esto quiere decir que él tomaba muy en serio a Dios.
APARTADO DEL MAL. El no intentaba llegar lo más cerca del mal sin ser quemado. Él se apartaba del mal. Él sabía lo que era resistir a la tentación y ponerle freno a su lengua y a sus pies. El guardaba su corazón, él cuidaba sus ojos (Job 31:1).

B. Su fortuna (V. 3a)

Sus posesiones eran: 7.000 ovejas, 3.000 camellos y 500 yuntas de bueyes. Él no pudo obtener esta cantidad de animales sino fuera por comerciar con ellos. Job era un hombre de negocios extremadamente exitoso y profundamente piadoso.

C. Su posición (v. 3b)

Al final del vers. 3, leemos que este hombre era el más grande de todos los hombres de esta tierra. Ciertamente el más grande en riquezas, el más grande en reputación, el más grande en influencia, el más grande en alcance, y así mismo, incluso, el más grande en piedad.

D. Su instrucción (v. 4)

Todos sus hijos se unían, quizás para celebrar su cumpleaños o por el placer de estar juntos. Ésta es una ilustración de la armonía y del amor que sus hijos compartían la cual habían aprendido de su padre.

E. Su liderazgo espiritual (v. 5)

Mira todo lo que este hombre era. Job es el candidato de la Biblia menos probable para sufrir un desastre en su vida. Sin embargo Job sería expuesto al fuego de la prueba, no porque existiera algo malo en él. No porque Dios no lo estuviera disciplinando, sino porque Dios lo consideraba digno de sufrir por amor a su Nombre.

¿Por qué Job va a sufrir si en su época es el hombre más recto sobre la faz de la tierra? Esta es una pregunta histórica ¿Por qué existe el sufrimiento? ¿Por qué las personas que viven rectamente pasan por pruebas?

  • Por causa de nuestro pecado.
  • Por causa del pecado de otras personas.
  • Porque vivimos en un mundo caído.
  • Por la soberanía de Dios. Porque Dios está apuntado a nuestras vidas para un desafío en el cielo entre Dios y Satanás.

Una viada de piedad viene acompañada de una gran exposición al enemigo.

2. El desafío invisible.

En esta escena usted y yo recibimos el permiso para ver el trono de Dios. El narrador nos lleva a una escena que Job no conoce pero que nosotros podemos ver claramente. Esta es una visión del mundo invisible que está sobre nosotros.

Vea el vers. 6: ‘Un día’. Éste es un día como cualquier otro día, no hay nada de especial. Las cosas están pasando como de rutina en el cielo y en la tierra. Ese día vinieron los hijos de Dios. Esto nos habla de los ángeles que quizás habían ido cumplir sus tareas y volvían para recibir nuevas órdenes de parte de Dios.

Y entre ellos venía Satanás. Una de las criaturas más elevadas de la corte celestial. En la Biblia él es presentado como Satanás, el diablo, Lucifer, Belzebú, Belial, el Maligno, el tentador, el príncipe de este mundo, el dios de este siglo, el príncipe de las potestades en el aire, el acusador de los hermanos, la antigua serpiente, el gran dragón, un león que ruge, Apolyon.

El diablo es identificado como un homicida, un mentiroso, un pecador, un tentador, un pervertidor, un falsificador. Él es simplemente ‘el Maligno’.

Y aparece en esta escena con el propósito de hacer lo único que él sabe hacer. Trae acusaciones criminales en contra del pueblo de Dios. Apocalipsis 12:10 Satanás lleva nuestros pecados más íntimos, profundos y ocultos a la luz de la presencia de Dios.

A. La iniciativa de Dios. (V. 7)

Dios hace una pregunta inicial, no porque él no sepa de dónde venía satanás, sino para darle la oportunidad de presentar sus cargos. Podemos ver claramente que el diablo no está en el infierno. El diablo está sobre la tierra, rodeando la tierra, trayendo acusaciones en contra de los elegidos de Dios. Esta es la imagen que nos presenta Pedro (1 Ped 5:8)

V. 8 Nuevamente vemos en este versículo cómo es que Dios toma la iniciativa. Es como si Dios lanzara a Job al ring. Job va a experimentar toda clase de dolor y angustia por la voluntad y la soberanía de Dios.

‘¿No has considerado a mi siervo Job?’ ¿No le gustaría que Dios dijese eso respecto a su vida? Pensemos en nosotros ¿Cree que Dios consideraría su vida para ser digna del desafío divino?

B. La respuesta de satanás (v. 9-10).

¿Apoco crees que Job te teme nada más porque sí? ¡Mira todas las bendiciones que le has dado!». Dios en su bondad, colocó una pared de protección alrededor de Job, la mano invisible de la providencia de Dios.

El diablo hace una acusación doble. Primero acusa a Job de servir a Dios por motivos egoístas, servir a Dios buscando los bienes materiales. Y la segunda acusación es contra Dios. Lo está acusando de manipulador. Lo acusa de comprar adoradores. De seducir a Job por medio de sus bendiciones para que le adore. «Dios, tú eres el problema».

C. El desafío diabólico

Satanás continúa con sus acusaciones: «Dios es el problema: ‘Tú has sido demasiado bueno con Job’. Él desafía a Dios a extender Su mano y destruir todo lo que Job poseía. Este mismo desafío que experimentamos todos nosotros: «¿Será que nosotros vamos a adorar a Dios en los tiempos difíciles? ¿Vamos a bendecir el nombre de Dios cuando seamos lanzados al fuego de la aflicción? ¿Cómo responderemos en las dificultades de la vida cristiana, en nuestras familias y en nuestra vida personal? ¿Decidiremos bendecir el nombre de Dios en medio de la aflicción? ¿O nos rendiremos para no seguir más en la vida cristiana?

Este es el desafío para cada uno de nosotros hoy aquí. Y cuanto más avancemos hacia la línea de frente en el servicio para el Señor, seremos más confrontados con este dilema.

3. El control implacable (v. 12).

Debemos notar como Dios es totalmente soberano en la batalla que se está librando en el cielo. Dios está absolutamente, totalmente, completamente en control. Él es soberano sobre el diablo.

La guerra espiritual no es una guerra cósmica entre dos fuerzas iguales. Porque ‘Mayor es el que está en vosotros, que aquel que está en el mundo’. Hay categorías y Dios está arriba. Él está definiendo lo que el diablo puede hacer. Dios usa al diablo para cumplir su propósito más grande, que es traer la gloria de su nombre.

Eso es lo que Dios hace con el diablo hoy en día. Dios está usando a Satanás como un instrumento en Sus manos, incluso cuando él viene rugiendo contra nuestras vidas.

4. La catástrofe desencadenada

Lo que sucede ahora es un ataque devastador por el diablo a la vida de Job.
Aquí está la furia del infierno desencadenada. Ud. y yo nos encontramos exactamente en la misma guerra espiritual.

Y nuestra lucha no es contra carne o sangre o carne. Y cuando más pongamos nuestra fe en el Señor Jesucristo, más seremos señalados por el diablo en la guerra espiritual, bajo la soberanía de Dios.

5. La confianza firme (v. 20-22)

En el vers. 20, en esta última escena. Vemos a Job de pie delante de 10 tumbas recientes, su mundo sufrió un vuelco inesperado. Piense en el shock. Piense en la pena. Piense en el dolor. Y el diablo ahora está esperando oír el grito y el llanto de alguien que ya no tiene deseos de vivir. El diablo está esperando que Dios sea maldecido y el nombre de Dios sea blasfemado.

V. 20 Job se postró en tierra y adoró. ‘Shajá’ que significa que alguien se postra especialmente delante de uno superior, para dar adoración a otro de gran importancia. Job escoge no maldecir el nombre de Dios, sino magnificar Su nombre.

v. 21 En este contexto, pecar hubiera sido atribuirla a Dios un despropósito. Es decir, pensar que esta situación está fuera del alcance de Dios. Pero Job, aunque no entendía el por qué, él conocía el quién. Job sabía que Dios tiene un plan aún escondido detrás del sufrimiento. Estas son las mismas dos opciones que usted y yo tenemos: Maldecir el nombre de Dios o magnificarlo a través del sufrimiento.


Ernesto Mendoza
Pastor misionero
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