08 de Marzo del 2015 | Iván Bernal


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Dios es soberano en su elección y propósito, sus decisiones no son basadas en el criterio de riqueza humana, por tato nosotros debemos ser imparciales en la estima y el trato hacia los ricos y pobres. “Hermanos míos”, es una frase que se usa repetidas veces a través de esta epístola para indicar dos cosas: La íntima relación de Santiago con los lectores, y la transición a un nuevo asunto. En cada caso en que aparece dicha expresión, lo que sigue es una exhortación enfática respecto al comportamiento de los creyentes. Santiago, indudablemente, mezcla el afecto fraternal con la firmeza pastoral de una manera estupenda.

“Que vuestra fe … Sea in acepción de personas” Podría expresarse también:
“No tengáis la fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo (Como instrumento)

Se entiende que los creyentes ya estaban practicando el favoritismo. La exhortación, sin duda, tiene relación con la enseñanza tocante a la “religión pura y sin mancha”

Acepción: Acción de favorecer o inclinarse a unas personas más que a otras por algún motivo o afecto particular, sin atender al merito o al razón. El favoritismo es condenado en las Escrituras porque pasa por alto la justicia y el merito, actuando de manera impropia. El Señor Jesucristo, el cual es la gloria, condescendió hasta hacerse hombre y sufrir muerte de cruz. Usar la fe en Cristo para practicar el favoritismo y la parcialidad es pasar por alto la misma persona de nuestro Señor, quien por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros por su pobreza fueseis enriquecidos. (2 Cor. 8:9)

¿Cómo es posible practicar la Imparcialidad?

I. La imparcialidad se practica por apreciar el Interno Valor Personal

“Y dieses especial atención al que viste con ropa lujosa” La idea expresada por dicho verbo es la de “mirar favorablemente” Esto es con una actitud preferencial. Mientras que a la persona descrita sencillamente, no se le ofrece un lugar, dando lo mismo si permanecía de pie o se conformaba con sentarse en el suelo.

El caso presentado por Santiago es una ilustración de lo que podría ocurrir en una congregación cristiana que pierde de vista el objetivo de la fe viviente. El resultado inevitablemente se manifiesta en el trato hacia otras personas. Es la acción de discriminar en base a la apariencia externa, sin tener cuenta las cualidades intrínsecas de la persona. Santiago los llama “jueces con malos motivos” porque han juzgado de manera superficial. La congregación pronuncia juicio sobre la base de la apariencia externa de los dos visitantes.

II. La imparcialidad se practica por reconocer los propósitos electivos de Dios (Stg 2:5-7)

Dios no escoge sobre la base de lo externo, sino teniendo en cuenta el aspecto intrínseco de la persona. “Escuchad amados míos” Esta expresión es una gran combinación que el apóstol usa a través de su carta, demostrando su gran equilibrio didáctico y su amor pastoral. (1 Samuel 16:7). ¿No escogió Dios? Dios ha hecho la elección en conformidad con su soberana voluntad. (1 Corintios 1:27-28). La elección divina es soberana. Dios escoge para su gloria. La elección divina es “atemporal” (antes de la fundación del mundo) y es “en amor” (Ef. 1:3-4)

El hombre n posee derechos personales que influyan en la elección. La pobreza no es una desventaja espiritual. Tampoco es un mérito para la elección. Los pobres mencionados por Santiago son pobres “según el mundo” es decir a la vista y estimación del mundo. “Ricos en fe” No eran ricos en fe a causa de su pobreza, sino como resultado de su elección divina. Aunque no tienen los bienes materiales de los poderosos, han sido enriquecidos con los tesoros celestiales y con el don precioso de la salvación. De modo que son poseedores de lo que no se puede comprar con oro ni con plata. “Y herederos del reino que prometió a los que le aman” En el reino no habrá favoritismo ni discriminación. Es el reino de los que aman a Dios.

“Pero vosotros habéis deshonrado al pobre” Un acto de descortesía y discriminación, la congregación había mostrado una actitud de desprecio hacia el pobre. “Aquellos que Dios ha elegido”.

III. La Imparcialidad se practica por considerar las Instrucciones de las Escrituras

“Si en verdad cumplís la ley real” La ley real o regia enfatiza que es una ley escogida por un rey, o una ley que reina entre las demás leyes. Jesús enseñó que toda la ley y los profetas dependen del cumplimiento de los dos primeros mandamientos: 1. Amar a Dios. 2. Amar al prójimo. Evidentemente, estos mandamientos estaban siendo quebrantados al menos por un sector de la congregación al practicar el favoritismo descrito en este pasaje.

IV. La Imparcialidad se practica por esperar un Inminente juicio (Mat 5:7)

El derecho de los oprimidos es reivindicado por el juez. Quien no practica misericordia tendrá que enfrentarse a un juicio carente de misericordia. “La misericordia triunfa sobre el juicio” Practicar misericordia sobre el prójimo, no para salvación, sino en cada aspecto del ser humano.

Conclusión:

El valor de las personas no debe medirse por sus objetos ni sus cuentas bancarias, debe estimarse a cada persona por lo que el rey de reyes desprende su estima. Por su misericordia y por su amor, siendo exactamente los mismos elementos por los que él nos ha salvado y nos ha dado una nueva posición y relación con él. Porque debemos tratar a los demás con el Señor no trata a nosotros, o como queremos ser tratados por Él.


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