Antes de que el bebé naciera, estuvimos buscando en internet algunos tips para padres primerizos. Y como siempre la familia, la suegra, la abuela, siempre tienen un consejo para dar. Sin embargo cuando hablamos con el primer pediatra, lo primero que hizo fue darnos un consejo, y su consejo fue: ¡No le hagan caso a nadie! La verdad después de escuchar tantas sugerencias sobre como cuidar al bebé, como atender a sus reflujos, cómo hacerle cuando tiene cólicos, nos decían tantas cosas que terminabamos confundidos. ¿Qué hago? ¿A quién le hago caso?
Todos lo hacen con buenas intenciones y en base a su experiencia, sin embargo el consejo del doctor nos dejó tranquilos. Cuando voy a la Biblia descubro por qué el consejo del doctor fue el mejor de todos. Piense un poco. Eva fue la primera mujer, y la primera madre de todos los vivientes (de hecho eso significa su nombre). Ahora, quién le enseñó a Eva ¿su suegra? ¿su mamá? ¡No! No tenían suegra, ¿Qué suerte no? La mujer fue diseñada con el instinto natural de cuidar, guiar y proteger a su bebé.
Obviamente apreciamos sus sugerencias, pero al final mi esposa hara lo que ella cree que es mejor para nuestro bebé.
Génesis 3:20 Nos dice que Eva era madre de todos los vivientes. Ella fue la primera madre y su vida puede enseñarnos algunos principios esta tarde, sobra la importancia y el significado de ser madre.
1. El propósito de la maternidad. (Gn 1:26-28)
Ser madre se trata primeramente sobre tener hijos. A mi esposa no le celebraban el día de las madres ¿Sabe hasta cuándo? Hasta que tuvimos a nuestro bebé. Con el tiempo, el mundo (el sistema de valores que mueven a nuestra sociedad), ha distorcionado, el diseño de Dios para la maternidad.
Incluso las mujeres han sido diseñadas para tener hijos. Su misma anatomía ha sido perfectamente diseñada por Dios para que la vida pueda darse en su vientre. Pero si nos quedamos ahí nos quedamos con una imagen incorrecta de lo que significa la maternidad. Si ser madre sólo se trata de tener hijos, entonces podemos caer en los errores mencionados anteriormente. Sin embargo la pregunta que debemos responder es ¿Para qué tener hijos? ¿Cuál es el propósito de Dios en que usted tenga un bebé?
El hombre fue diseñado a imagen de Dios, para reflejar el carácter de Dios y representar a Dios en la tierra. De hecho se le manda a gobernar la tierra como representante de Dios.
El propósito de la maternidad es tener hijos que reflejen a Cristo amando y sirviendo a Dios con todo su corazón. El problema es que formamos a nuestros hijos para que sean exitosos, famosos, que tengan un buen empleao, una casa, una bonita familia. Y después ¿Qué dice la madre? Mira todo lo he hecho, todo lo que mi hijo es es el resultado de mi esfuerzo porque yo, y yo, y yo… etc.
Entonces formamos hijos no para la gloria de Dios sino para nuestra propia gloria.
Los hijos son personas hechas a la imagen de Dios con almas eternas. Y nuestro meta debe ser guiarlos en ese propósito
2. El problema de la maternidad.
¿Ha escuchado decir que los niños de antes no eran tan malcreados como los de ahora?
El pecado corrompió la maternidad. El pecado puede afectar a su esposo e incluso a su hijo.
Muchas mujeres ven la maternidad como un ideal de realización personal. «Cuando sea madre voy a ser feliz», y buscan por todos los medios posibles el tener un hijo porque entonces se van a poder sentir realizadas. Porque cuando te casas tienes hijos como todas las demás personas del mundo.
Y en el otro extremo tenemos a mujeres que no quieren tener hijos porque los ven como un estorbo a sus metas y planes personales. Fue el caso de Kayse Anthony, que en el 2008 asesino a su pequeña bebé, porque estaba cansada de las limitaciones de ser madre. Estaba cansada de no poder ir a las fiestas con sus amigos y disfrutar de la vida. Y nos espantamos cuando escuchamos casos como esos pero es lo mismo que hacen muchas mujeres que cometen aborto. Matar a un niño es asesinato, no importa si lo hace antes o después de que el bebé nazca.
Y muchas mujeres ven los hijos como un estorbo, para sus carreras profesionales, estudios, logros o deseos personales.
La maternidad puede ser egoísta, sentirse plena. O egoísta en ver a los hijos como un estorbo.
3. Provisión divina
Dios restaura la relación con él y la maternidad.