Como creyentes, un recurso que Dios nos ha dejado para buscar al Señor es la oración. Los creyentes podemos practicarlo de forma privada, pero también como pueblo de Dios podemos orar juntos por necesidades específicas. Debido a la existencia de los cambios sociales y a la pronta venida de Cristo, es una necesidad que la iglesia practique oraciones elevadas a la majestad suprema del Señor. Una oración elevada ante la majestad de Dios.