El matrimonio crea unidad, y se dice que las parejas casadas son más felices que las que viven en unión libre porque las personas buscan confianza en una relación.
Vemos en la trinidad una unidad, desde la creación hasta Cristo. Es una unidad de los más alto. (Ef 4:3, 6; 2 Tes 2:13-14) La unidad más alta y piadosa es la unidad de la iglesia que se basa en la unidad de Dios (Ef 2:14, 4:2-3). Como miembros de la iglesia no tenemos que generar la unidad, la unidad ya está, sólo debemos guardar la unidad que ya existe (Ef 4:16). La unidad es parte importante de la iglesia local.
Qué bendición crecer en la unidad del matrimonio, sin embargo, la unidad no es absoluta, a veces es necesaria la división. Mateo 10:34-35 hay una división que es necesaria. Pero también, no debemos unirnos a lo incorrecto. Lo vemos en los hijos de Noé quienes se unieron para ir en contra de Dios y entonces hubo una división de idiomas. La unión de un creyente con un no creyente es una unión engañosa.
Pero también, hay una unión que es de lo más peligroso y dañino (Ro 16:17). Las personas que causan divisiones van en contra del evangelio de Dios. Se aferran a cierto pensamiento o tradición y señalan el pecado de otros. Judas 1:19 este pasaje nos habla de aquellos que siguen sus sentidos propios y que no tienen al Espíritu de Dios.
En la división, el legalismo es una de las causas más fuertes. Esta corriente sucede dentro de las iglesias más conservadoras. El legalismo es aferrarse a las tradiciones y doctrinas lo cual hace susceptible a las personas de caer en esos peligros. Es el caso que vemos en las iglesias de Galacia, quienes agregaban la ley de la circuncisión a la gracia de salvación. Otro ejemplo si aquellos que quieren imponer el día sábado. Pero ninguna ley puede acercarnos a Dios, la ley fue dada para convencernos del pecado.
Otra forma de legalismo que vemos en la iglesia es que la mujer debe usar falda o vestido para agradar a Dios. Es buscar agradar a Dios a través de ciertos actos. También decir que sólo se deben cantar himnos o no se deben cambiar ciertas tradiciones.
Hay ciertas prácticas que son flexibles, sin embargo, lo que no se puede cambiar es el evangelio. En Juan 13 Jesús rompe una estructura tradicional para enseñarles que es más importante amar a Dios y a otros.
Asegúrate que estás unido al salvador y no a una estructura religiosa.