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La realidad de la felicidad

2 de Noviembre del 2014 | Proverbios 10 | Iván Bernal

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Algunos piensan que la felicidad es únicamente un sentimiento. Otros quizás lo describen como la ausencia de un problema, hablando de una vida tranquila. Pero cuando vamos a la Biblia encontramos otro tipo de felicidad. La felicidad de la Biblia es algo más pleno. Una felicidad que no está afectada por las circunstancias. En Gálatas 5 descubrimos que la felicidad es un fruto del Espíritu o algo que sólo Dios produce.

¿Cuál es el objeto de la felicidad? ¿en dónde buscamos la felicidad? ¿qué clase de felicidad estamos buscando?

1. La verdadera felicidad es la que viene de Dios (Pr 10:22).

La felicidad que no viene de Dios, trae tristeza.

Aunque el pecador puede recrearse en su pecado, cuando viene las consecuencias resulta doloroso el resultado. Esto lo podemos ver en aquella muchacha que se le aconseja no casarse con un incrédulo pero ella no hace caso por qué cree que es verdaderamente feliz. Sin embargo cuando llega al matrimonio descubre que esto resulta ser un infierno. La felicidad que trae tristeza puede ser de aquel que tiene ingresos por medios incorrectos. O quizás aquel narcotraficante que a pesar de tener mucho no puede disfrutarlo ni salir a la calle.

Gn 13:6, 9-10 Todas nuestras decisiones las basamos en nuestras consideraciones. Como en la tentación de Eva en edén. Todos nosotros tomamos decisiones y muchas de estas decisiones las tomamos en la base de nuestra felicidad. Buscando una gratificación interna y externa. Cuando Lot busca una felicidad más allá de lo que Dios le había dado, entonces escoge de acuerdo a la grandeza humana.

Gn 13:13 Había dos cosas que Lot tenía que considerar, la situación económica y la situación espiritual. Esta descripción de los habitantes de Sodoma y Gomorra nos habla no de pecados específicos sino de una posición o reputación. Muchas veces nosotros también buscamos lo que es lo mejor, pero la pregunta es ¿qué es lo mejor? Lot decide ir hacia Sodoma sin considerar la situación espiritual. Aunque comienza a ver beneficios personales sin embargo empiezan a venir los problemas. Lot es llevado esclavo (Cap. 14).

Algunas cuestiones a considerar al cambiar nuestra localidad es ver si en el lugar al que vamos existe una iglesia Bíblica en donde puedo crecer en nuestra vida espiritual. Otra cuestión es quizás considerar el ambiente de trabajo. La realidad es que la verdadera felicidad sólo viene cuando estimulamos la vida espiritual. Lot no tuvo cuidado de la vida espiritual y sufrió las consecuencias.

Gn 18:16-33 Dios le recuerda a Abraham que hay consecuencias por las malas decisiones. Abraham tuvo que intercede para salvar a Lot y su familia. Todavía hoy en día vemos personas espirituales que nos ayudan a pensar bien. Personas que nos hacen ver que nuestras decisiones están siendo tomadas en cuestiones incorrectas.

Cuando vemos a Lot ante la advertencia de la destrucción de Sodoma y Gomorra, el actúa de una manera lenta y perezosa. Lot tenía principios pues afligía (torturaba) su alma por causa de la maldad. Es probable que quizás Lot veía riqueza y prosperidad pero al final del día, terminaba con vacío y frustración. Torturar o afligir el alma justa es lo que hacemos cuando nuestra alma reconoce algo incorrecto que hacemos pero decidimos ignorar esa voz interior.

El pecado se lleva a cabo en una área pero afecta todas las demás. Como un incendio en una habitación de una casa, no evitará que el humo impregne las demás habitaciones.

Gn 19:1-5 Lot recibe a los ángeles sin saber el propósito al que iban. Y se dejan ver las intenciones del pueblo. (Gn 19:12-14) Cuando sus yernos escuchan las palabras de advertencia de Lot, ellos no creen lo que escuchaban, principalmente porque la vida de Lot no respaldaba sus palabras. Quizás Lot no promovía o practicaba el pecado pero lo toleraba, y eso creo incredulidad en los que estaban a su alrededor.

Al final Lot se va a Zoar en donde sus hijas cometen incesto después de haber sido embriagado, y fueron de sus hijas de donde vinieron Amon y Moab, dos grandes enemigos del pueblo de Israel. Al final de la historia de Lot lo vemos embriagado, sin esposa y cometiendo pecado de incesto.

Al final es una cuestión de creerle a Dios.

A diferencia de Lot, Abraham no veía nada, ni tenía hijos y era un anciano pero decidió creer la promesa del Señor. A donde Abraham decide ir, él termina siendo el padre de multitudes. Lot caminó por vista y Abraham por fe.

La felicidad no es una renuncia a nuestros deseos, sino el confiar y creerle a Dios.


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