La manera de corregir lo deficiente es establecer ancianos. Difícilmente se puede tener una iglesia si no está bien gobernada por un grupo de ancianos piadosos.
Nuestra misión es ser instrumentos fieles y obedientes para cumplir la comisión de hacer discípulos. Dios en su gracia se reveló en Cristo para ser el Señor de la vida de sus discípulos.
El evangelio es el mensaje diseñado en la mente eterna del Dios trino para revelar su gracia infinita por medio de Jesucristo. Esto lo podemos ver a través de la historia de la redención.
Al igual que la reforma con Martín Lutero, hoy en día vemos la misma decadencia que hace necesario hacer ciertos cambios en nuestra visión del cristianismo.
La única manera de recuperar nuestra espiritualidad es el re descubrimiento de la majestad de Dios, pidiendo a Dios que abra nuestros ojos para conocer la maravilla de su gloria, y decir como el salmista que él es mejor que la miel a nuestra boca.
En medio de las batallas nuestra visión comienza a nublarse y nos confundimos. Dejamos de ver el propósito que Dios tuvo desde la eternidad para traer esta iglesia