La vida cristiana es una batalla. Pero el Señor da el armamento necesario para enfrentar cada batalla. ¿Cuáles son los recursos espirituales que están a disposición del creyente?
El creyente tiene a su disposición:
I. El valioso recurso de la Oración Piadosa (Stg 5:13-15).
A. Es necesaria ante cualquier problema. Santiago está mencionando cualquier problema que el creyente puede enfrentar. Aflicción, enfermedad e incluso gozo. ¿Cómo puede el gozo ser un problema? El pueblo de Israel cayó en pecado cuando se encontraba más alegre. Santiago pregunta ¿está alguno alegre? La respuesta no es «haga una fiesta», o «vaya de compras».
Pero también nos habla de aflicción. De una lucha interior, un desgaste, una aflicción interna. La oración es más una búsqueda de fortaleza que un medio de cambiar la situación. La oración es un medio de gracia que Dios nos da para resistir la prueba.
Cualquiera que sea la naturaleza de la prueba, nuestra respuesta debe ser «hacer oración». Esta frase se refiere a mantenerse en constante oración. Una persona oprimida y afligida no tiene la libertad de servir a Dios. Y la oración es para que el creyente venza esas etapas. La oración tiene que ayudar a nuestra alma. Aunque hay personas que les gusta estar en aflicción, esto es llamado «conmiseración». Pero no debe ser la actitud de los creyentes.
Otro problema mencionado por Santiago es enfermedad. La palabra enfermo se refiere a «débil». Hay personas que se debilitan por muchas batallas que han enfrentado. Estas personas necesitan tomar la iniciativa y buscar a las personas que pueden ayudarle. Así como el bautismo es una ilustración de un evento interno, el ungir con aceite representaba la bendición de Dios. Así como los reyes en el Antiguo Testamento. La persona debía entender que Dios aún está trabajando en medio de su debilidad.
Stg 5:15 «… No el Señor le levantará». No es el aceite sino la obra de Cristo
B. Es necesaria ante cualquier pecado (Stg 5:15). Y su hubiere es hipotético. Cuando una persona a confesado su pecado, esos pecados serán perdonados.
II. El valioso recurso de la Confesión Penitente (Stg 5:16)
La confesión nos habla de un ajuste de cunetas constante. Los hermanos en la iglesia primitiva se veían casi todos los días, todo el día. Los problemas surgían y debían estar arreglando las situaciones constantemente. La amargura genera enfermedad física. Y si una persona no arregla cuentas o no perdona, se van a generar nuevos problemas.
A. Debe practivarse comprendiendo su privacidad. Unos a otros habla de una manera personal. Arregla cuentas en privado y de manera personal.
B. Debe practivarse comprendiendo su propósito. El propósito de la confesión privada es estar sano espiritualmente.
III. El valioso recurso de la Intercesión Poderosa (Stg 5:16-18)
A. Es eficiente en la vida de creyentes productivos. La oración eficaz no habla de gritos o con estruendos. Las expresiones externas no tienen impacto ante los ojos de Dios, sino las expresiones internas de un creyente genuino que está viviendo en comunión con Dios.
B. Es eficiente en la vida de creyentes pasionales. (Stg 5:17). A veces queremos ser como los grandes hombres de Dios, pero olvidamos que esos hombres también tenían pasiones, problemas, frustraciones, temores, etc. Quizás las personas que veían a Elías pensaban que era un superhombre, sin embargo el gran poder de Dios se derrama en las personas más humildes que son sinceras en sus limitaciones. Así era Elías. Interceder es poder.
IV. El valioso recurso de la Restauración Perfecta (Stg 5:19-20).
A. Busca a quién se ha extraviado para que sea persuadido. El hacer volver a alguien es persuadirlo. Esta es una gran obra. Es echa por una persona que tiene amor de Dios en su corazón. No cualquier persona. Es un creyente maduro y espiritual.
B. Busca a quién se ha extraviado para que sea perdonado (Stg 5:20). Esta muerte se refiere a un estado de muerte espiritual donde se ha perdido el gozo de la salvación. Una persona extraviada de la verdad es la que se ha extraviado de la palabra de Dios y sus principios.
En la vida no siempre puede evitarse que problemas surjan, que personas cambien, que cada uno se equivoque o que la estabilidad y la armonía se vean seriamente afectadas. Es muy parecido a los coches y a la casa que a veces se descomponen, pero en el taller del maestro, se encuentran disponibles las herramientas precisas y las llaves de todas las medidas para enfrentar y reparar los daños.