Mucha de la anemia y debilidad en nuestro cristianismo, es resultado en nuestra falta de relación con la Palabra en nuestra vida diaria. Siempre que somos atento a la predicación vamos a experimentar crecimiento, sin embargo en nuestro andar diario no nos relacionamos con Dios por medio de su Palabra. Este es un medio de gracia para nuestra vida. La palabra trae como resultado la santificación personal.

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