La manera de corregir lo deficiente es establecer ancianos. Difícilmente se puede tener una iglesia si no está bien gobernada por un grupo de ancianos piadosos.
Nuestra misión es ser instrumentos fieles y obedientes para cumplir la comisión de hacer discípulos. Dios en su gracia se reveló en Cristo para ser el Señor de la vida de sus discípulos.
La diferencia entre los discursos del mundo y la predicación es la autoridad de las Escrituras. Es una locura total. Pero la autoridad del predicador es que viene a dar un mensaje que ha sido dada por alguien mayor.