Al llegar a la hora de su muerte, el que necesitaba ser consolado era Jesús. Sin embargo es él quien está consolando el corazon atribulado de sus discípulos.
Dios utiliza designios extraños y algo misteriosos para nuestra santificación. Lo podemos ver en el proceso que vivieron los israelitas antes de llegar a Canaán.
La palabra redimir significa rescatar o liberar algo que estaba cautivo. El consejo en este versículo es mirar cómo estamos viviendo, y de acuerdo a ese diagnóstico debemos rescatar nuestro tiempo.
Al meditar a cerca de estos acontecimientos, es de notar que estamos viviendo una verdadera oposición hacia las estructuras y normas fundamentales. Es necesario fijar nuestra atención a las Escrituras para sostener un criterio bíblico y correcto de este acontecimiento.
Al igual que la reforma con Martín Lutero, hoy en día vemos la misma decadencia que hace necesario hacer ciertos cambios en nuestra visión del cristianismo.
Getsemaní era un huerto cuyo nombre significa "prensa de aceite". Vemos que los evangelios lo mencionan frecuentemente como un lugar que Jesús usaba para estar a solas con el Padre.
En las competencias posteriores, como la carrera de relevos, cuando uno se retrasa todo el equipo se retrasa. Se necesita concentración, dedicación y un compromiso hacia esa meta.