En este capítulo, las cosas comienzan a estabilizarse, después de todo el desorden de los capítulos anteriores, donde encontramos favoritismos de Isaac y Rebeca, el menosprecio de Esaú por la primogenitura, las tretas de Jacob y Rebeca para sacar la bendición con engaños, y terminamos el capítulo muy contentos, con Esaú pensando en matar a su hermano.
La manera de resolver el complot de Esaú fue a través de otra treta de Rebeca, tratando de manipular a Isaac para tener un pretexto para que su hijo favorito huya y no sea asesinado por su hermano (Gen 27:41-46).
Pero entrados al capítulo 28, todo este desorden comienza a tomar forma. Lo primero encontramos es a Isaac aceptando la voluntad de Dios. Ya el capítulo anterior, el pastor Jaime enseñaba cómo Isaac estaba determinado en ir en contra de la voluntad de Dios, «estaba ciego físicamente pero también estaba ciego a la voluntad de Dios».
La decisión de tomar esposa fue en parte por la influencia de su esposa Rebeca (27:46, 28:1-2). Sin embargo, Isaac añade una nueva bendición a parte de la que Jacob había obtenido por medio del engaño, vemos que él pronuncia la bendición del pacto, pero esta vez lo hace de manera voluntaria, y nos muestra que realmente estaba aceptando la voluntad de Dios y el plan soberano de usar a Jacob (28:3-5). Y como la descendencia es importante, Isaac envía a Jacob a la familia de rebeca para buscar esposa.
Recordemos que estamos siguiendo la simiente a través de la cuál vendrá el Salvador, e Isaac es claro al indicarnos que el elegido para seguir con la promesa es Jacob. Pero al mismo tiempo Esaú define a qué línea pertenece.
(28:3-5). Esaú había cedido sus derechos y su participación en el plan redentor de Dios. Él no quiere la responsabilidad, pero desea la bendición, entonces se va en busca de una esposa de su familia por si acaso podría obtener alguna bendición de su padre, pero esta decisión no le serviría de nada ya que termina tomando una esposa de la línea equivocada, de las hijas de Ismael, aquel hijo de Abraham que no es considerado el hijo de la promesa
Entonces, al principio de este capítulo todo se está definiendo y comenzamos a aterrizar el desorden que habíamos visto en los capítulos anteriores.
Pero ahora que Jacob se ha declarado como el hijo de la promesa, encontramos un nuevo problema. Jacob no conoce a Dios, de hecho, él ha estado ignorando a Dios, viviendo con astucia y engaños, y sale de su tierra porque realidad está huyendo de su hermano y las consecuencias de su vida pecaminosa. Y es ahí donde Dios le va a encontrar. Hundido en el pecado, lejos de Dios y enfrentando las consecuencias de sus malas decisiones.
Es justo ahí donde Dios nos encontró, perdidos, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Y si estás aquí y te sientes de esta manera, si has experimentado la desesperación y la crisis que el pecado ha hecho en tu vida, Dios quiere que tengas un encuentro con él. Dios también a ti te está buscando.
Muchas veces Dios usa una crisis personal para acercarnos a Él, o para llevarnos a una experiencia espiritual más profunda. Es lo que Dios va a hacer con Jacob en este pasaje.
No bastaba que Jacob fuera el nieto de Abraham, el padre de la fe, y que su padre fuera el hijo de la promesa, él necesitaba establecer una relación personal con Dios. El nunca había escuchado la voz de Dios, así que necesitaba tener un encuentro con él.
Y esto es algo que me preocupa, sobre todo con los jóvenes que han crecido en la Iglesia, con padres creyentes y en un hogar cristiano. ILUSTRACIÓN: El otro día estaba platicando con un joven y le pregunté ¿y tú cómo conociste a Jesús?, él me respondió «pues yo soy de cuna cristiana», mi papá es pastor, y siempre he conocido de la Biblia.
¿Puede ver el problema? Yo no le estaba preguntando por la experiencia de su padre o su familia, yo le estaba preguntando por su experiencia de salvación. Y me temo que muchas personas creen que son creyentes porque en algún momento sus padres se convirtieron y ellos comenzaron a ir a la iglesia, o porque siempre han venido a la iglesia y nacieron en «cuna cristiana». No tengo idea de cuándo satanás metió ese concepto en nuestro vocabulario, pero es totalmente falso. Dios no tiene nietos, Dios tiene hijos. No importa si siempre has venido a la iglesia, o si creciste en un hogar cristiano, necesitas una experiencia personal de salvación, un encuentro personal con Dios.
Eso es lo que Jacob necesitaba, y él tuvo un encuentro personal y sobrenatural con Dios.
1. La revelación de Dios
(Gen 28:10-13) Lo que vemos ahora es que Dios mismo es el que toma la iniciativa. En realidad, no es que Jacob estaba buscando a Dios, sino que Dios estaba buscando a Jacob. Esta es la manera de obrar de Dios, él siempre comienza a buscar una relación de amor con nosotros. Lucas 19:10 «Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido». Un predicador dijo «Muchos hablan de cómo encontraron a Jesús; Eso no es cierto, tú no encontraste a Jesús, Él no estaba perdido, el perdido eras tú y Jesús te encontró».
Y eso es lo que encontramos aquí, a un Dios amoroso y paciente, buscando a un pecador rebelde. Mateo 11:27 «Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar». La manera en la que Dios se da a conocer es mostrando su gloria, Ahora Jacob va a tener una revelación de la gloria de Dios de una manera muy especial.
Conocemos la historia: Jacob vio una escalera que iba de la tierra al cielo, los ángeles subiendo y bajando por ella y al mismo Dios en lo alto de ella. Esta gloriosa visión nos habla de la providencia de Dios, Dios es un Dios cercano. Él está interesado en buscar una relación con el hombre y su creación, Él trasciende del plano espiritual al terrenal. Pero, sobre todo, esta visión nos habla de la manera en la que los hombres pecadores y mortales pueden llegar a Dios.
Más tarde en Juan 1:51, Jesús mismo cita el pasaje de la visión de Jacob para anticipar a sus discípulos acerca de su ministerio intercesor. Dice que «los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre». Jesús toma la experiencia de Jacob como una ilustración de lo que representaba su ministerio, ¿Qué elemento representa Jesús dentro de esta imagen? La escalera. Porque Jesús es el medio por el cual podemos ver la gloria de Dios, y por el cual podemos llegar al Padre. En Juan 14 Jesús dijo «Yo soy el camino… nadie viene al Padre sino por mí». La visión de Jacob apuntaba a Cristo y su gloria.
¿Qué fue lo que Dios dijo desde lo alto de la escalera? Recordemos que Dios se está revelando, no sólo en por medio de la visión sino también por medio de sus palabras.
a. Confirma su promesa (Gen 28:13-14)
Podemos ver que Dios repite los elementos del pacto de tierra, descendencia y bendición. Para Jacob era bueno tener la confirmación de su padre Isaac, pero era mucho mejor tener la aprobación y el llamado de Dios.
Jacob sería el receptor de la promesa y el pacto de Dios, no porque fuera una persona justa, sino como una prueba de la bondad de Dios y su fidelidad a la promesa hecha a Abraham. De la misma manera, nosotros tenemos acceso a la promesa de la gloria eterna, la vida eterna con Cristo Jesús, no porque seamos perfectos, sino porque hemos sido cubiertos con la justicia perfecta de Cristo en la Cruz.
b. Confirma su presencia (Gen 28:15)
Dios no era indiferente a las cosas que Jacob estaba enfrentando, a sus temores y a las consecuencias de su pecado (la amenaza de muerte por parte de su hermano). Así que Dios le asegura su protección, pero no tanto porque Jacob fuera importante, sino por el compromiso que Dios tiene de cumplir su Palabra.
La promesa de la presencia de Dios había sido dada a muchos hombres en la antigüedad:
«Y él respondió: Vé, porque yo estaré contigo» (Ex 3:12). «Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé» (Jos 1:5). Incluso fueron las últimas palabras de Jesús a sus discípulos: «He aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo». Y el estará contigo también, si tú decides seguirle.
Ver la gloria de Dios es una experiencia transformadora. En el Nuevo Testamento encontramos a otra persona que tuvo una visión de la gloria de Dios, mientras rechazaba a Dios y buscaba a hombres y mujeres que creían en Jesús. La experiencia de Saulo en el camino de Damasco cambió su vida para siempre; pasó de ser Saulo el perseguidor a Pablo el predicador.
Y quizá usted ha podido reconocer que necesita un cambio en su vida, hay pecados que necesita dejar, áreas en su temperamento que necesita cambiar. Quizá usted está buscando un cambio en otros, en su hijo, esposo(a), pero no lo va a lograr en sus fuerzas. La manera de experimentar un cambio verdadero es ver a Cristo, ver su gloria revelada a través de su Palabra. Conocerlo a él, a aquel verbo que fue hecho carne y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del padre, lleno de gracia y de verdad».
2. La respuesta de Jacob
¿Qué va a hacer Jacob ahora? ¿Seguirá ignorando a Dios y viviendo a su manera, actuando con astucia y confiando en él mismo? (Gen 28:16) Jacob despertó no sólo de su sueño, sino que despertó a la realidad de la presencia de Dios. Eso es lo que Dios quiere hacer con nosotros, porque «… el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios».
Muchas veces vivimos nuestra vida sin Dios, cuando estamos sin Cristo, vivimos rechazando a Dios y su palabra; y también como creyentes, rechazamos su a Dios y su Palabra, sólo piense en cuánto tiempo pasó leyendo la Biblia esta semana. Pero cuando realmente tomamos en serio el conocimiento de Dios, el estudio diligente de la Palabra de Dios, y vemos su gloria, no nos queda más que decir «Wow, ¡mira cómo es Dios! ¡y yo no lo sabía!». Es por eso que tuvimos el estudio Bíblico sobre los atributos de Dios, para maravillarnos, y que usted pueda decir ¡Cuán increíble, asombroso, maravilloso, majestuoso, es Dios! ¡Y yo no lo sabía!
Génesis 28:17 Nos dice que tuvo miedo, y se refiere a un temor reverente, un temor que reconoce la grandeza de Dios. Él dice «Cuán terrible es este lugar». Y la verdad nos gusta hablar de que Dios es amor, y él es bueno y misericordioso, y es verdad, pero sólo es la mitad del mensaje. Dios también es un Dios de ira, y es un Dios terrible. «¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!» (He 10:31); «porque nuestro Dios es fuego consumidor» (He 12:29).
Paul Washer dijo: «Un día Jesús va a venir, y cuando venga ¡será a la vez maravilloso y absolutamente aterrador! Como dijo un predicador: «tengo buenas noticias y malas noticias. La buena noticia es que Dios esta aquí, la mala noticia es que Dios esta aquí. Depende de qué lado de la raya estés parado». Arrepiéntete y vuelve a Cristo.
Jacob reconoce la terrible realidad de la santidad de Dios y la presencia de Dios en ese lugar. Ahora va a hacer dos cosas
a. Responde en adoración
Génesis 28:18 Jacob utiliza la piedra que usó de cabecera como señal de la experiencia que había tenido. Cuando se nos dice que la alzó por señal, quiere decir que puso otras piedras debajo, de modo que su cabecera quedó en la parte superior. Esta estructura tenía la forma de un altar, y verdaderamente lo era ¿qué hizo Jacob después de que levanto la señal con la roca? Derramó aceite, es un sacrificio de libación, él está adorando.
La adoración se define como la respuesta apropiada (adecuada) a la revelación de Dios. Eso es adoración, cómo respondemos interna y externamente cuando verdaderamente vemos a Dios y somos expuestos a su gloria.
b. Responde en consagración
Génesis 28:20-21 Jacob hace un voto, y a primera vista esto pareciera falta de fe, pero lo que él está haciendo es poner las promesas de Dios de manera específica. El problema de que suena a falta de fe, es por el uso de la palabra condicional «si…», sin embargo, en Hebreo esto es parecido a las oraciones condicionales de primera clase. Permítame darle un ejemplo.
Filipenses 2:1-2 Pablo está hablando de la fe de los discípulos en Filipos, y los llama a vivir su fe. El pasaje habla de cómo ellos deben aplicar su fe, y tenemos la porción muy conocida del versículo 5. No les está condicionando ni está dudando que estas cosas estén en ellos, al contrario, está afirmando que, porque estas cosas están en ellos, ellos pueden vivir de manera piadosa siendo como Cristo.
Entonces lo que Jacob está haciendo es afirmar las promesas de Dios para su vida, pero sobre todo él está aferrándose al Dios de las promesas. Génesis 18:21 Porque él me lo ha prometido, él será mi Dios.
Dios se había revelado como el Dios de los padres de Jacob. Y Dios buscó a Jacob, como si le estuviera diciendo «ahora yo he venido para ser tu Dios». Jacob lo entendió, y le aceptó.
Cuando Dios es tu Dios, él va a controlar cada área de tu vida (Gen 28:22). Jacob promete el diezmo de todo lo que Dios le diera, como una manera de recordar que todo lo que él recibiera, sería algo que viene de Dios. El consagró cada parte de su vida a Dios.
¿Y qué de nosotros? ¿qué tanto nuestra vida está consagrada a Dios? ¿qué tanto estamos dedicados a conocer a Dios a través de su Palabra? Dios se ha acercado a nosotros por medio de Cristo, él te está buscando, él quiere que le conozcas y quiere tener una relación especial de amor contigo. Arrepiéntete de tus pecados y confía en Cristo. Este puede ser el día en el que tengas un encuentro sobrenatural con Dios.