16 de Noviembre del 2014 | Hechos 2:46-47 | Héctor García
Todos tenemos un compromiso con algo. Aquello en lo que gastamos nuestro dinero, nuestro tiempo y nuestras fuerzas. A veces hacemos las cosas por emoción, lo que sentimos al momento. Todos tenemos compromisos aunque no nos demos cuenta. Cuando vamos a la palabra de Dios vamos con nuestras emociones y por eso nos desanimamos.
Para muchos el compromiso es su trabajo, para otros el dinero. Sin embargo muchos tienen compromiso con la religión. En las iglesias hay personas comprometidas pero no conocen a Dios, como Judas. ¿Cuál es nuestro compromiso?
La gran comisión era algo que no se había escuchado antes. En el Antiguo Testamento no había un mandamiento para ir a las naciones. Y en la predicación de Pedro comenzaba una época diferente para la historia de la humanidad. Nos da también a nosotros un parámetro para saber cómo vamos a vivir como Iglesia. Esto es importante porque la iglesia estaba pasando por una persecución tan grande que exigía un compromiso grande para Dios y su gloria.
1. Requiere un compromiso con la Palabra de Dios (v. 41-42).
¿Por qué es esto importante? Porque lo que tu crees determina lo que haces. Si amas la palabra y la pones en práctica, determinará lo que haces.
En su primer sermón Pedro citó las escrituras. No sólo se centró en la revelación divina sino que se fundó en las escrituras. En Mateo 4 Jesús fue llevado al desierto donde tres veces fue tentado por el diablo, y Jesús cita la Biblia. ¿Por qué Pedro y Jesús citaron las escrituras? Porque tenía un compromiso con la Palabra. Y si nosotros vamos a tener un compromiso con la gran comisión necesitamos también un compromiso con la Biblia.
Esto es importante por las filosofías que había en ese entonces y las que hay en nuestros días. Y hoy en día todos se inclinan ante el Dios del materialismo. Y si no nos comprometemos con la palabra vamos a ser engañados. Otra filosofía en nuestros días es el fácil cristianismo. O el dios del legalismo que están destruyendo iglesias. Es interesante que todos los mandamientos del antiguo Testamento no tenían que ver con el exterior sino con el corazón.
A los creyentes se les acaba de dar la gran comisión en resume. ¿Cómo iban a ellos a alcanzar al mundo? Con una teología correcta de evangelismo. Los creyentes tenían una confianza total de que la salvación viene de Dios. No porque nosotros vayamos a salvar las almas sino por desear que Dios sea glorificado. Compartir el evangelio no como si estuviéramos vendiendo un producto sino haciéndolo para la gloria de Dios.
Act 2:41-42 La fórmula es: Recibes la palabra + te añades = perseveras.
2. Requiere un compromiso con los creyentes y con la iglesia local (v. 46).
En Efesios 4 podemos ver la multiforme sabiduría de Dios en cada nivel eclesiástico. Dios nos salvo para que crecieramos en Cristo y nos puso en un cuerpo para ser edificados y le glorifiquemos (Act 2:44). Nuestras amistades deben ser creyentes, y si tenemos amistades inconversos será para compartirles el evangelio (Act 2:47). Act 2:44 dice que había unidad en la iglesia. Act 2:46 nos habla de Constancia. Esto es un compromiso con la iglesia, el cuerpo de Cristo, y no solamente un compromiso con el edificio.
¿Cuándo fue la última vez que invitamos a algún hermano a nuestra casa? Cuando lo hacemos con alegría y sencillez de corazón, no importa lo que se sirva, lo más importante es el compañerísmo.
3. Requiere usar nuestros recursos para la gloria de Dios (v. 45).
Los creyentes aquí en Hechos no tenían nada y aún así los Filipenses dieron de su extrema pobreza para mandar una ofrenda al misionero. Un gran compromiso con la gran comisión requiere que usemos nuestros recursos para la gloria de Dios. Aunque el texto se centra en lo material sin embargo Dios nos ha dado otros recursos como el tiempo y la fuerza. Los talentos (recursos) que Dios nos ha dado los tenemos que usar para el Señor.
Act 2:47 Dios está dispuesto a hacer la obra, nosotros debemos comprometernos con vivir para la gloria de Dios.
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