En una ocasión compre un intercomunicador caro pero que al usarlo no funcionaba con mi teléfono. La carta de Filemón nos presenta un cuadro similar a este. La carta de Filemón no trata de Onésimo sino de Filemón, un hombre que cumple las características de un buen cristiano, pero cuando lo pones en la práctica no sirve ¿Y tú sí sirves? ¿Eres compatible en todo contexto o sólo en algunos?

1. Un ruego de amor y por amor (v. 8)

Pablo no está mandando, él quiere que Filemón no haga las cosas por necesidad. Pablo es muy sutil a la hora de expresarse (v. 9). Para empezar quisiera que viéramos quién es Filemón. El punto de la carta lo encuentras hasta versículo 8. Pablo ha exaltado la persona de Filemón, podemos verlo desde el versículo 1. Filemón no es un simple hermano entre la iglesia, Filemón es uno que considera Pablo como un colaborador. Entonces exalta a Filemón exaltar a su familia y exalta su trabajo dentro de la iglesia.

Las iglesias en ese tiempo se reunían en las casas, es lo único que tienen. Filemón es un hermano que tiene un amor por Dios y probablemente tiene una casa suficientemente grande para congregar a los hermanos. (V. 4-5) Pero Pablo no conocía Filemón por lo menos de persona, él había escuchado de él por Epafras. Pablo oye la fe, el amor y la participación en la fe. Tiene amor pero tiene que ser puesta en práctica. Filemón está leyendo la carta y quizá se siente exaltado.

Pablo habla, no como quien manda sino como quien da ejemplo. Ya no es el Pablo en los primeros años del ministerio, ahora él es un anciano. Por eso dice: “yo tengo una experiencia de lo que es sufrir por el ministerio”. Pablo es experimentado en el sufrimiento, pero también es prisionero de Jesucristo (v. 9). Filemón tiene un hermano llamado Onésimo. Onésimo no sólo es un empleado, es un hermano en la carne. ¿Qué hizo el para que llegara a la condición de esclavo? Probablemente él robo algo. En el contexto donde ellos se encuentran, aunque alguien fuera familiar, si cometía un fraude, tenía que llegar a la condición de esclavo. Parece que estando en la condición de esclavo, había vuelto a robar a su hermano.

Filemón tenía razones para estar enojado con su hermano. Onésimo merece la muerte, pero llega a Roma y se encuentra escuchando a un hombre loco que está predicando. Al final tal vez se queda y habla con Pablo, y ahí Onésimo es convertido. ¿Quién merece ser prisionero en esta carta? ¡Onésimo! Pablo no era prisionero por un delito, él sabe lo que es estar en la cárcel por causa del evangelio. Pablo le está hablando a Filemón y le dice que ambos son prisioneros de Jesucristo. Todos merecemos la muerte por causa del pecado, pero ahora Dios nos permite ser prisioneros de Jesucristo (v. 10).

2. Útil o inútil

Onésimo llega a Roma y es convertido, Onésimo se arrepiente de lo que había hecho con Filemón y ha crecido a la luz de la predicación de Pablo. El nombre Onésimo significa literalmente “útil”, aunque para el servicio de Filemón había resultado «inútil». Por gracia de Dios, este útil ahora era realmente útil, útil para el evangelio, útil para el crecimiento.

Pero las semanas, los días y los meses pasaban. Pablo quizá le anima a pedirle perdón a su hermano. ¿Por qué útil es realmente útil? Por la gracia de Dios (v. 3). ¿Por qué crees que es interesante que Pablo comienza hablando de la gracia y paz? Filemón seguramente sabía de lo que es la gracia, ahora, ¿la gracia que él conoce, la ha practicado en su propia vida? Filemón había sido transformado por gracia, esa gracia le transformó y es el mismo proceso en la vida de Onésimo. Filemón quizá no cometió un pecado tan visible pero el pecado es igual delante de Dios.

Filemón tiene que entender que útil es más útil que nunca antes, por lo tanto Onésimo tiene que regresar a casa de su hermano al cual Pablo vuelve a enviar (v. 12). Tal vez Onésimo va a pensando en todo lo que le va a suceder cuando llegue a casa de Filemón. ¿Qué va a hacer Filemón? Él tiene que preguntarse si este hombre verdaderamente cambio. (v. 4-7) En estos versículos Pablo ha hablado de amor y fe. Esto es lo que Filemón va a necesitar, fe para creer que Onésimo verdaderamente cambio, y amor para recibirlo de nuevo.

¿Alguien culparía a Filemón por entregar a Onésimo a la prisión? Él estaría haciendo lo legal ¿era lo que quería Dios? No, Dios está poniendo a prueba a Filemón. Pablo deseaba que Onésimo ministrara con él (v. 13, 14). Filemón está en una encrucijada. ¿Tú y yo le fallamos a Dios? ¿Qué merecíamos? ¿Qué hace Cristo? Nos presenta delante del Padre para que nos reciba como a Jesús mismo. Nos presenta justos sin que nosotros hayamos hecho absolutamente nada. Eso lo entiende Filemón. Filemón ha tenido amor para la iglesia, pero ahora debía tener amor a su prójimo.

Filemón tiene que entender que el evangelio tiene que afectar aún en lo más profundo de su ser. Actuar de manera espiritual dentro de la iglesia es fácil. El evangelio debe afectarte en todo sentido, hasta en cómo tratas al de las tortillas. Sea aquí en las bancas o en la intimidad en tu hogar.

Pedro en su carta va haciendo alusión a los problemas de la vida diaria, el sufrimiento. Luego apela a someterse a las autoridades, pero cuando te pones en su contexto te das cuenta de la dificultad. En el contexto de Pedro, los sirvientes eran vistos como objetos, no como personas. El sufrimiento lo encontraban en la calle y dentro de los hogares. Pedro termina animando a los creyentes que sufrían a buscar darle gloria a Dios.

Filemón es seguramente un buen hermano pero ¿qué de su vida más íntima? Onésimo es útil para Cristo, y si Cristo está en nuestra vida, podemos ser instrumentos útiles pero sólo en sus manos. 2 Timoteo 2:20-21, Pablo nos anima a ser instrumentos útiles. Pablo le dice a Filemón: «Aquel útil ahora es verdaderamente útil, pero tú ¿eres útil?». ¿Y qué de nosotros? ¿Somos útiles?

Que Dios afecte cada área de nuestra vida, en estas paredes y aún en lo más íntimo de nosotros. Lo que somos y lo que hacemos es un reflejo de lo que hay en nuestra cabeza y corazón. Llénate de Cristo, llénate de su Palabra para que podamos ser instrumentos útiles en sus manos.

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